Analizando el Tagging Up, por Manuel Hermán Capitán
- Manuel Hermán Capitán
- 22 jul
- 7 Min. de lectura
Análisis sobre la estrategia de carga del rebote ofensivo y balance defensivo denominado Tagging Up, realizado por Manuel Hermán Capitán (https://x.com/BCoubertinBlog) para medir el impacto y consecuencias de su aplicación. en el juego Puedes ampliar más información sobre el Tagging Up en nuestro episodio inaugural de El Alma del Juego: Ampliaciones Conceptuales 1.
Introducción y objetivos
El “tagging-up” es un sistema que se propone para mejorar la eficiencia en el rebote ofensivo y realizar una transición rápida ataque-defensa, minimizando de este modo la posibilidad de un juego rápido del rival. Para llevar a cabo este análisis se han seleccionado partidos de distintos equipos que usan este sistema, tratando de extraer de ellos la mayor información posible que nos permita evaluar, por un lado, la mejor forma de implantar esta técnica y, segundo, los principales beneficios y perjuicios que suponen para el equipo que los lleva a cabo.
Muestra de datos y limitaciones
Se han seleccionado como equipos característicos en la técnica de “tagging-up” 3 conjuntos: París, Manresa y Girona. Para llevar a cabo el análisis nos hemos basado en 3 encuentros de la serie final de París; 3 encuentros ACB de Manresa, y 2 encuentros ACB de Girona sumando un total de 7 encuentros (uno de ellos es enfrentamiento entre Manresa y Girona).
Con esta muestra de datos cualquier conclusión obtenida debe considerarse provisional y pendiente de posteriores evaluaciones más detalladas, dado que:
La muestra es escasa: sólo 7 partidos con un total de menos de 300 acciones de rebote evaluadas (286).
La muestra es heterogénea: dado que implica 3 equipos diferentes de dos ligas, cada uno de ellos con sus peculiaridades en cuanto a diseño de plantilla, dirección técnica e implementación concreta del “tagging-up”.
Poca variabilidad de rivales: los 3 encuentros de París son ante Mónaco, y 2 de los 3 partidos de Manresa ante Baskonia. Resulta difícil extrapolar el comportamiento general de la técnica si siempre se evalúa ante el mismo rival.
Análisis de datos
Se ha realizado un visionado de los encuentros analizando las acciones de rebote de los equipos de interés, anotando la información relevante para cada acción de forma que se pueda evaluar el impacto de la técnica de “tagging-up” en diferentes aspectos del juego. Pasamos a evaluar cada uno de los aspectos analizados y las conclusiones obtenidas a partir de los datos.
Impacto físico/mental en el juego
La técnica del “tagging-up” exige en el jugador una implicación a nivel mental importante, así como un desgaste físico elevado. Queremos evaluar el impacto analizando cuántos jugadores acuden al rebote ofensivo, tanto por minuto dentro del cuarto, lo que nos daría el desgaste intra cuarto, como por cuarto, lo que nos daría el desgaste a lo largo del encuentro.

Como podemos apreciar en los gráficos arriba, la línea de tendencia (en gris), no nos indica una variación por minuto de juego (desgaste intra cuarto), ni por cuarto (desgaste intra partido) en el número de jugadores que acuden al rebote ofensivo. Esto indica que, con el trabajo adecuado, podemos minimizar, o incluso anular por completo, el desgaste físico y mental que conlleva el “tagging-up”.
Aspectos a tener en cuenta:
Acondicionamiento físico: debe permitir un alto nivel de contacto durante el partido.
Rotación: ajuste de los minutos en pista para evitar desgaste. Podría realizarse un análisis técnico de las rotaciones realizadas por los equipos analizados para tratar de detectar patrones y ver si se pueden adoptar.
Hábito: la carga del rebote debe estar automatizada. En las etapas iniciales requerirá un trabajo extra dado que, en muchos casos, este sistema va en contra de las reglas aprendidas por el jugador durante años (cuidar balance defensivo).
Impacto del número de reboteadores
El “tagging-up” tiene como principio el implicar el mayor número de jugadores en el rebote ofensivo, de forma que se aumente la probabilidad de captura y, en caso contrario, que estemos en buena disposición para iniciar la transición defensiva evitando un ataque rápido rival. Evaluamos, para los 3 equipos analizados, qué cantidad de jugadores están implicados en el rebote ofensivo:

Como podemos apreciar, en el aproximadamente 70% de los lanzamientos hay 3-4 reboteadores implicados, siendo más residuales otras situaciones. Veamos el impacto del número de reboteadores en el porcentaje de rebote:

Pese a que la línea de tendencia (en gris) es ascendente, lo que implicaría que a más jugadores al rebote, más posibilidad de captura, hemos de tener en cuenta que los datos para los extremos (0, 1 y 5 jugadores) son residuales y pueden estar muy sesgados por la muestra. A priori, aunque con reservas, podríamos confirmar que el número de jugadores al rebote contribuye a aumentar las posibilidades de captura.

Otro aspecto destacado es cómo influye el número de reboteadores en los contraataques del equipo rival. Desde una perspectiva clásica, aumentar el número de reboteadores disminuye el número de jugadores al balance y, por tanto, la capacidad de frenar una transición rápida rival. Analizando los datos usando “tagging-up”, vemos que incluso en las situaciones en las que hay muchos jugadores al rebote ofensivo, no hay un repunte de contraataques, por lo que bien implementada no debería debilitar la defensa de transición. Resulta interesante evaluar el caso de 2 reboteadores, dado que se aprecia un repunte en el contragolpe. Habría que evaluar esta situación en más detalle y con una muestra más amplia, pero parece una situación en la que el balance se descompensa y se juega a un cara/cruz: obtienes el rebote o sufrirás en defensa, por lo que quizá debería evitarse en la medida de la posible.
Aspectos a tener en cuenta:
Aumentar el número de reboteadores siempre que sea posible.
Intentar evitar descompensación: rebotear todos o balance
Rebote ofensivo por zona del campo
¿Dónde es más probable capturar un rebote ofensivo? Para dar respuesta a esta pregunta, analizamos el gráfico de abajo:

Podemos apreciar un claro sesgo hacia el interior, con más de un 85% de las capturas alrededor del aro y sólo un 15% de rebote largo. Esto nos puede ayudar a diseñar nuestra estrategia de rebote, intentando cargar con fuerza la pintura y siendo más residual fuera de la zona. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que los equipos analizados son masculinos nivel élite, con lo que la capacidad física para capturar rebotes en las cercanías de aro puede no ser transferible a otras competiciones femeninas o masculinas de menor nivel.
Aspectos a tener en cuenta:
Evaluar la transferencia a la competición de las capturas de rebote ofensivo en las cercanías del aro.
Evaluar la estrategia de “tagging-up” en base a la probabilidad de rebote cercano/lejano.
Rebote ofensivo por tipo de tiro
¿En qué tipo de lanzamiento es más probable una captura de rebote ofensivo? Evaluando el gráfico de abajo podemos apreciar lo siguiente:

Una vez normalizados los lanzamientos para que el volumen de cada tipo de tiro no afecte a su porcentaje de rebote, podemos apreciar un repunte en los lanzamientos de media distancia. El baloncesto actual está orientado hacia el lanzamiento triple o cerca del aro, por lo que las defensas también están ajustadas para tratar de frenar estas situaciones y, potencialmente, podría dejar mejores situaciones de ataque de rebote ofensivo.
Aspectos a tener en cuenta:
La carga del rebote ofensivo en lanzamientos de media distancia puede ser un buen filón de segundas oportunidades.
Causas de contraataque
Analizando los contraataque realizados vemos que las principales causas son:
Falta de concentración en el tag: los jugadores no fijan a sus pares, o van al balance. Frenar a un jugador en carrera, aunque estés en balance defensivo, no es fácil.
Falta de actividad en el defensor del reboteador: el jugador que se empareja con el que captura el rebote debe mantener una actividad intensa de manos y contacto, sin cometer falta, para evitar un outlet sencillo. Evitar dar la espalda y bajar al balance sin frenar el outlet.
Lanzamientos “sorpresa”: un lanzamiento en una situación inesperada evita que los reboteadores puedan ejecutar el “tagging-up”. Evitar estos lanzamientos en la medida de lo posible.
Balance del tirador: si el defensor del tirador, tras el close-out, sigue hacia el aro, el tirador debe hacer balance rápido para no perder su espalda.
Tratar de ir al rebote sin realizar el “scrumming”, evitando el lado alto. Si no se captura el rebote el defensor gana la espalda con facilidad.
Reajuste tras mismatch: establecer un patrón claro de reasignación de pares tras un mismatch en el rebote. Si no se realiza de forma ordenada da lugar a desajustes defensivos o pérdida del par.
Conclusiones generales
El “tagging up” parece ofrecer un sistema en el que atacar con más éxito el rebote ofensivo, así como minimizar las transiciones rápidas del rival. Sin embargo, existe un riesgo en su uso, generando un potencial problema en el balance defensivo. Para una correcta implementación se deberá trabajar de forma específica el aspecto físico y una cuidada rotación que permita mantener la intensidad.
Asimismo, el equipo debe comprometerse y creer en esta idea. Debe ser un trabajo colectivo dado que, como hemos analizado, un trabajo parcial puede ser contraproducente. Los jugadores deben creer en la idea, comprometerse con ella y tener unas pautas claras de trabajo. El aspecto de hábito debe trabajarse especialmente, dado que para muchos jugadores será contraintuitivo este trabajo de rebote, especialmente entre los exteriores, más acostumbrados al balance.
El punto óptimo de equilibrio entre capacidad de rebote y ralentización de la transición rival se halla en los 3-4 reboteadores, por lo que es importante alcanzar y mantener esta cifra.
El análisis arroja un alto volumen de rebote en la zona, algo que deberá ser confirmado en la liga correspondiente, por encima del rebote largo. También un porcentaje mayor de capturas ofensivas en el caso de lanzamientos de media distancia, por encima de lanzamientos en la zona, tiro libre o triple.
Por último, el análisis de los contraataques rivales nos dan pistas de las pautas a seguir en el “tagging-up”:
Contactar con el rival
Mantener actividad física y de manos para evitar un outlet fácil
Evitar lanzamientos sorpresa
Balance de los jugadores que no estén en posición de acudir al rebote, especialmente del tirador.
Evitar ir al rebote por el lado bajo.
Establecer pautas de reajuste tras mismatch
Comments